viernes, 21 de noviembre de 2008

COLUMNA DE OPINIÓN

INICIATIVA POR UNA NUEVA LEY DE RADIODIFUSIÓN PARA LA DEMOCRACIA.
No se hace fácil pensar cómo reaccionaría la sociedad en caso de la aprobación de este proyecto.
La democracia es el eje principal en el que se basa la iniciativa.
Se deja claramente explicitado que “todo es posible” dentro de ese marco, evitando así el extremo de la “demagogia”.
“El fin del monopolio mediático”, significaría un vuelco de 180 grados en la vida social de los argentinos.
Recordemos que los medios más importantes del país, pertenecen al Grupo Clarín.
El grupo funciona como cualquier empresa de cualquier producto comerciable y vendible.
El objetivo principal, por lo tanto, es obtener ganancias de las producciones al costo que sea.
¿Es realmente posible, entonces, reconstruir esta realidad?
Supongamos que el proyecto se convierta en ley…
Pues entonces, estos “empresarios de las informaciones” saldrían a protestar.
Es de suma obviedad, que no lo harían cortando rutas ni quemando gomas… pero sí con diplomacia. Mostrando quiénes son los que realmente tienen el poder.
En la selva de competencias en la que estamos inmersos, nadie quiere estar por debajo de nadie.
El multimedios al que estamos haciendo referencia es dueño, por empezar, de Papel prensa.
Lo que significa que, si ellos no proveen a los medios gráficos de esta materia prima, (en muestra del reclamo al proyecto) ninguna producción podría concretarse. Entonces, no tendríamos diarios para leer cada mañana.
Siendo los dueños absolutos de tantos medios, tienen el control sobre las informaciones. Lo que significa que lo que diga, por ejemplo, Radio Mitre, será reiterado por los noticieros del 13, por el canal Todo Noticias, por comunicados en canales vacíos de Cablevisión y Multicanal.
Llegará por escrito a los hogares en facturas de Flash, Fullzero, Fibertel y Ciudad Internet.
Será tapa principal de las revistas y diarios más vendidos… y así sucesivamente, pasando por ojos y oídos de cada uno de los argentinos, que somos fieles consumidores del Grupo Clarín.
Entonces… ¿cómo reaccionaría la sociedad? Pues de la misma manera que en tantos otros conflictos.
Recordemos la reciente discordia “campo- gobierno”: El país se dividió en dos sectores tan amplios como el conflicto mismo: por un lado, los chacareros que cortaron todos los caminos, y aquellos que defendieron “el arduo trabajo del campesino”. Las multitudes que aplaudieron al líder entrerriano cada vez que éste renegaba con la Señora Presidenta, justificando la importancia del sector agrario en la economía del país.
Por otro lado, aquellos que comprendían que la decisión del gobierno de llevar a un 44% las retenciones móviles, era necesario para un país más igualitario.
Entonces se festejó cuando se habló de “piquete de la abundancia”. Y salieron los camioneros y los militantes kirchneristas a apoyar la decisión del gobierno.
Y este suceso histórico, del cual fuimos testigos, terminó por convertirse en una infantil pelea de ver “quién lleva más gente a una plaza”.

Imaginando que el proyecto de radiodifusión se convierta en ley, nuevamente la sociedad se dividiría en dos sectores tan marcados como los anteriores.
Los que defienden a los medios como empresas y a las informaciones como productos; y los bohemios que soñamos con una forma de vida descentralizada y federal.
Los que aseguran que el poder se concentra en pocas manos… y los que aún esperamos altivos una democracia más abierta.
Los que manipulan con los mensajes y los que se dejan manipular, contra los que sabemos que más allá del Diario Clarín y La Voz del Interior están las revistas de barrio y los medios alternativos.
Y así, una vez más… saldremos a gritar por el SÍ… o por el NO.
Una vez más seremos los argentinos de siempre… y cuando todo termine, aprobándose o no… no recordaremos ningún concepto por el que hayamos luchado.
Nos habremos olvidado que el Grupo Clarín tiene, probablemente, más poder de influencia que el gobierno mismo… y otra vez estaremos siendo cómplices de este interminable juego de amnesias… y seguirá siendo una masa de clientes, que compra ciegamente la falsa objetividad de unos pocos, que vende sus mentiras en forma de diarios, películas, noticieros y quién sabe cuántos formatos más…
STELLA SALERNO

1 comentario:

Anónimo dijo...

compra pagina 12 y mira 6,7,8 ellos son recontra objetivos