La agresora de Carola admitió su culpabilidad
Silvia Luna admitió públicamente haber atacado a Carola Bruzzoni con una masa, tras sospechar que ésta
última tenía intención de difundir un video en la boda que la comprometía sentimentalmente con su pareja.
La autopsia realizada al cadáver de Carola
Bruzzoni fue contundente y no dejó
lugar a la duda. Estableció que la víctima
no pudo defenderse y "fue atacada en
forma sorpresiva" por Silvia Luna.
Así lo aseguró Raúl Benavente Ferrer,
perito legista de la familia de Carola que
participó en el estudio médico, quien dijo
que "no había ningún signo de escoriación"
en los miembros superiores de la
mujer asesinada por su amiga en la cocina
del restaurante "Matute", en la ciudad
bonaerense de General Las Heras.
"No encontramos lesiones defensivas",
sostuvo Benavente Ferrer al canal Todo
Noticias (TN) y añadió que la muerte se
produjo por "un golpe certero en la cabeza"
aplicado con una maza, tras lo cual
abundó: "Comparto la idea de que fue
atacada en forma sorpresiva".
Este dato es clave para la condena de
Luna, a quien podrían darle hasta 25
años de prisión y ya se descarta de plano
la 'emoción violenta'.
“A la familia de Carola, le pido disculpas. No soy una chica agresiva”, declaró Silvia Luna.
La agresora de Carola Bruzzoni, Silvia
Luna, admitió haber atacado a su
compañera de trabajo con una maza.
La confesión fue realizada públicamente
a través de un canal televisivo:
“fue una discusión como las que tuvimos
siempre, pero esta vez no se que
pasó, se me fue de las manos, no
quise hacerlo”, admitió Luna en el
medio.
“Ella quería arruinarme el casamiento
no se porque. Ella tiene trastornos
mentales, hoy esta bien, mañana esta
mal, toma pastillas”, agregó la atacante
que también admitió tener una
relación conflictiva con la víctima.
El hecho comenzó en la mañana del
17 de abril pasado en la localidad de
Las Heras, en la provincia de Buenos
Aires. Ellas estaban ubicadas en un
conocido restorán de la zona llamado
“Matute”, donde compartían diariamente
jornadas laborales. Pero lo
cierto es que la conflictiva relación se
gestaba ya con anterioridad. Éste
dato, que no es menor, podìa advertirse
en los pasillos de aquel local,
tanto por otros trabajadores que también
trabajaban allì, y admitido tambièn
por la propia Silvia Luna.
Carolina Casco, una testigo clave en
la definición del caso, admitió haber
escuchado y hasta intervenido en distintas
ocasiones donde las discusiones
entre ambas eran frecuentes: “"No sé
si tenían una amistad o no, porque
había días que peleaban y días que
estaban bien y salían a comer juntas”.
El día del ataque, Silvia pasó por la
casa de Carolina Casco ( que se habia
convertido en su confidente ) para
contarle que ya estaba agotada de la
disputa constante que mantenía con la
víctima. La joven angustiada, quería
dejar todo y le comentó con pesadumbre
que su familia se estaba viniendo
abajo. Según Casco, su llanto era
desconsolador.
Luego, superada por la situación
subió a su moto y enfurecida aceleró
con destino al restaurante para dar fin
a ésta pugna.
Advirtiendo la situación, quien se convertiría
en una testigo clave de la
causa, Carolina Casco, se comunicó
con quién en cuestión de minutos pasaría
a ser la víctima de la ira desenfrenada
de Luna: “Cuando se fue
enseguida le llame a Carola para contarle
que habia venido Luna y me
había dicho que estaba muy enojada
con ella”, declaró Carolina Casco. En
el medio de la comunicación, el diálogo
se interrumpió. En ese momento,
según las investigaciones llevadas a
cabo, hacen presumir que la víctima
recibió aquel mazazo que días más
tarde acabaría con la vida de la jóven
Carola Bruzzoni.
El fiscal a cargo de esta causa,
Guillermo Massaroni, detuvo a Silvia
Luna cuando Carola fue internada en
el Hospital de General Las Heras.
Según él, la intención de matar fue
clara. Éste dato conllevaría a caratular
la causa como “tentativa de homicidio”
con una pena máxima de hasta
16 años. Cuando se produce el deceso
de la víctima, al conocerse los resultados
de la autopsia, el fiscal
descartó que haya existido “emoción
violenta” por parte de la agresora;
complicándose aún más su situación.
Como consecuencia la causa pasó a
ser caratulada como homicidio simple
con una pena que puede ir de los 8 a
los 25 años de prisión. Según explicó
el abogado querellante de la familia
Bruzzoni, Miguel Arce Aggeo, el suceso
"de ninguna manera puede enmarcarse
en un homicidio
preterintencional porque el medio que
se utilizó para el ataque, un martillo, es
idóneo para matar y porque a ambas
las tuvieron que separar las compañeras,
sino tal vez la hubiera rematado
en el piso".
Por otra parte, el letrado acusó al
dueño del bar donde trabajaban las
dos mujeres de no haberle prestado
ayuda a Carola tras el ataque de su
compañera de trabajo. "Carola fue lesionada
a las 8 de la mañana y fue llevada
a su casa a las 10.30. Algunos
testigos declararon que ella decía que
no la lleven a ningún lado, pero mientras
tanto estaba pálida y con vómitos",
aseguró Arce Aggeo.
El propietario del bar aseguró que no
vio a Silvia luna golpeada, pero señaló:
"Silvia me dijo que no quería trabajar
más con Carola".Según el
abogado, "hay testigos que están diciendo
esto para no ser acusados de
'omisión de auxilio',
Castro, Jmena - Cerrezuela, Jesica - Corradini, Florencia
